Educadora, para una charla divertida con los niños, le damos una sugerencia:



Una piedra de hielo y una piedra común.






Ponga las piedras encima de la mesa, donde los niños puedan ver y dígales:

Observen estas dos piedras (espere y prosiga). Aunque tengan el mismo nombre, ellas son completamente diferentes, pues la piedra de hielo en un rato más dejará de existir, se derretirá. Solamente mantendría su forma si estuviera en un congelador, pero fuera o en el calor se derrite.

Pero la piedra común, podrá quedarse aquí toda la semana y no le pasará nada.

Niños, sepan que muchas personas que se dicen cristianas tienen una fe parecida con la piedra de hielo. Así es, pues cuando vienen los problemas, ellas se desaniman como si perdieran la fe. Y así como esta piedra que desaparecerá en unos minutos por no soportar el calor, muchos son los que no soportan las luchas.





Nosotros debemos tener una fe firme que no cambia por nada, que resiste a todos los problemas, igual a esta piedra común. José tenía una fe firme, y por esa razón no desanimó, confió que Dios estaría siempre con él. Y si hay un problemas en su familia, o en su vida, no tenga miedo, confíe, pues Dios está junto a Ud.





Educadora, haga una oración con los niños pidiendo a Dios para darles una fe firme, y que soporten los momentos difíciles. Luego, pídales que tomen asiento y pregúnteles:





1. ¿Qué piensa Ud.? ¿És fácil andar correctamente en la presencia de Dios?

2. ¿Ud. cree que fue fácil a José ser bondadoso aun pasando por injusticias muchas veces?

3. ¿Ud. cree que vale la pena confiar en Dios?

4. ¿Ud. ha confiado en Dios?





Educadora, deje los niños expresaren sus opiniones y dales la oportunidad de hablar. Pero controle el horario para no retrasar las otras etapas de la clase.

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