MENSAJES


Sra. Ester Bezerra: Aprendiendo sobre la Biblia 


“Hijo mío, no rechaces la disciplina del Señor ni aborrezcas Su reprensión, porque el Señor a quien ama reprende, como un Padre al hijo en quien se deleita.”, (Proverbios 3:11-12 LBLA).
Cualquier padre en este mundo tiene reglas de vida en su casa, y desea sentirse orgulloso de sus hijos.
Por eso, desde muy temprana edad les enseña el camino del bien, incentivándolos a que estudien
haciendo lo posible para que no les falte nada.
También les muestran, desde pequeños, la importancia de tener un carácter justo. Además de ser personas de palabra, de respeto, disciplinadas y obedientes.Todos esos buenos frutos surgirán naturalmente al conocer a Dios. Una persona, al tener un encuentro con el Señor, deja de ser alma viviente para ser espíritu vivificante, y como nació de Dios recibe Su ADN, un corazón puro, una fe firme, volviéndose justa y obediente a Su palabra.
El haber conocido el amor de Dios y recibido el Espíritu Santo, la persona transmite vida y espíritu a
todos los que le rodean, transformándose en una fuente rebosante y generando así, por medio de su fe
y de su buen testimonio, hijos espirituales para el Reino de Dios.
Como un hijo depende de los consejos y cuidados de su padre, así el hijo del Altísimo, vive en la
dependencia de oír Su voz y enseñanzas. Y, por lo tanto, es humilde y acepta Su corrección y disciplina,
por temor y respeto a Su santidad. Además, por ser un separado para Dios, luego de ser perdonado
busca desviarse del mal y del pecado para no equivocarse nuevamente.
Sin embargo, para vivir dentro de la voluntad de Dios, es necesario ser humilde aceptar Sus leyes y
obedecer Sus mandamientos por amor y reverencia al Todopoderoso. Dios es amor y santo, y a pesar
de ser amados por Él, nos desea lo mejor. Él nos muestra nuestros errores para evitar que suframos.
Por amarnos nos corrige y nos guarda de todo mal.
¡Es maravilloso saber que somos cuidados por el Santísimo!












Sra. Ester Bezerra: Obediencia y Respeto 


La cruz es el símbolo de vida completa: El asta vertical simboliza la buena relación con Dios y los brazos de la cruz,
la paz con los otros. En familias que funcionan como deberían, los niños reciben la educación de los padres de los
maestros en las escuelas y aprenden a respetar a los mayores para contribuir a la buena convivencia.
Aunque es necesario que todos hagamos nuestra parte para vivir en sociedad, algunos se niegan a obedecer las
reglas de convivencia, por rebeldía o influenciados por un espíritu malo que solo trae sufrimiento. Muchas veces,
los problemas empiezan porque los padres no buscan tener a Dios como aliado. Es porque no quieren obedecer la
Palabra de Dios como sabiduría y no aceptan las instrucciones de Dios para que su familia viva en paz.
En la Palabra de Dios se encuentran las claves para vivir por la fe inteligente y no dejarse llevar por las emociones.
No podemos andar por lo que nos dicta el corazón, porque nos lleva a cometer errores constantemente, debemos
andar por el espíritu de la fe, que piensa y practica lo que Él dice.
“Escuchad la instrucción y sed sabios,y no la menospreciéis.” (Proverbios 8:33 LBLA).
Dios nos pide que lo oigamos pues en Él está toda la sabiduría.
Si rechazamos Su palabra, Lo estaremos rechazando
a Él y a la vida completa que solo Él puede darnos. El rey David tuvo éxito en todas sus batallas porque reconocía
a Su Señor y lo adoraba con su harpa:
“Lámpara es a mis pies tu palabra, y luz para mi camino.” (Salmos 119:105 LBLA).
Aunque estaba amenazado por Saúl, David no lo mató cuando tuvo la oportunidad, porque sabía que Dios lo había
ungido rey. David conocía que en la Palabra dice que no hay que tocar a los ungidos por el Señor y que además nos
enseña a respetar a las autoridades constituidas por Dios. David mantenía su corazón puro por obediencia y hacía
todo lo posible para mantenerse lejos de todo lo que lo pudiera ensuciar. La obediencia a la Palabra de Dios era por
lo racional: No importa lo que él sintiera, prefería perdonar.
David obedecía a Dios y respetaba a las otras personas. Si obedecen las enseñanzas del Espíritu de Dios, conseguirán
cumplir con las enseñanzas de sus padres y podrán convertirse en personas disciplinadas. Para estar en el Reino
de Dios es necesario vivir en la disciplina y la obediencia. De esta manera podremos tener la unión perfecta que
simboliza la cruz.

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