Participar de la vida de los niños va más allá
de dejarlos en la puerta de la escuela. Los padres tienen participación
fundamental en el desarrollo de los hijos, sea acompañando lo que sucede en la
escuela o mismo estando junto a ellos cuando hacen sus tareas.
Según los datos del Programa de las Naciones
Unidas para el Desarrollo, los padres acreditan a si mismos 77,22% de la
influencia sobre el desarrollo escolar de los hijos. Pero, a pesar de
reconocieren su responsabilidad, una buena parte cree que es un compromiso de la
escuela enseñar los valores a los niños y a los jóvenes. "Es un trabajo conjunto
entre maestros y familiares", nos cuenta la pedagoga Márcia Murillo.
Para ella, la compañía del adulto en la
realización de las actividades extra clase proporciona al niño el encuentro
entre generaciones, así como la posibilidad de desarrollar la confianza en si y
en el mundo que la rodea. "Platicar con los maestros y cultivar un ambiente
familiar que respete al prójimo desde la niñez son algunos puntos esenciales
para los padres que desean proporcionar a sus hijos experiencias significativas,
que contribuyan al proceso de aprendizaje".
Fue lo que pasó con la supervisora de auditoria
de grupo Priscila Galdeano y su hijo Guillermo, de 10 años, que hace 2 años
empezó a presentar bajo rendimiento escolar. "Me di cuanta que sus
calificaciones estaban bajando y decidí acompañarlo de cerca. Al principio fue
muy cansado, porque él no estaba acostumbrado con el acompañamiento, pero
después los resultados llegaron y hasta nuestra relación quedó mas fuerte, con
más confianza".
Priscila dice que, a partir de aquel momento,
el cuidado con el aprendizaje de su hijo se tornó una rutina. "Empiezo
preguntando: ¿Cómo fue el día en la escuela? ¿Con quién platicó? ¿Qué materias
aprendió? Y si revisó los cuadernos y la agenda. Vamos platicando y
entendiéndonos".
Ayudar en las tareas, apoyar en la lectura e
involucrarse en los eventos de la escuela son formas de mejorar la relación
entre padres e hijos con respecto a la educación, pues con eso el niño se siente
más importante en la vida familiar, lo que contribuye para el aprendizaje. "Los
padres necesitan estar cerca, para esclarecer las dudas de los hijos, pero jamás
hacer sus tareas. De esta forma, contribuyen efectivamente para la construcción
de la autonomía del niño", termina Márcia
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