Realizamos dos láminas:
- Uno con los frutos de la carne, un árbol triste con todos sus frutos podridos; en cada fruto se colocó el nombre de los diferentes frutos de la carne: idolatría, prostitución, contienda, celos, etc.
- Explicaremos que son estos frutos y como nos van alejando de Dios.
- En el otro hicimos otro árbol feliz con los frutos del Espíritu Santo, cada fruto con los nombres de los diferentes frutos: gozo, amor, bondad, etc... los cuales nos acercan más a Dios y son el antídoto para vencer los frutos de la carne.
Una vez explicados cada árbol con sus diferentes frutos, les preguntaremos a los niños que tipo de árbol quieren ser.
Así ellos aprenderán de forma ilustrada como es bueno tener buenos frutos.
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