UNIDAD 3-Parábola del sembrador



OBJETIVO DE LA LECCIÓN
Enseñar a los niños que nuestro corazón debe ser semejante a una buena tierra para que
podamos dar frutos

VERSICULO PARA MEMORIZAR
“Guardo en el corazón Tus Palabras...” Salmos 119.11


Educadora, lleve para la sala dibujos de ramos de trigos, de un regador de plantas, de
semillas, de plantas brotando, de una planta y de harina de trigo (encontradas en sitios de
internet). Comience este momento preguntando: ustedes ya vieron una plantita como esta?
(muestre el dibujo). Antes de ser así, esta plantita era una semilla muy chiquita como está aquí
(muestre el dibujo). Alguien enterró la semillita en la tierra hasta crecer una planta (muestre
nuevamente la planta). Hablando de semillita voy a hablarles una historia de algunas semillitas.
Quédense bien quietitos que la historia va a comenzar


LAS SEMILLITAS

Había una vez un hombre que tenía un campo bien grande (educadora, abra
bien los brazos). Como era el campo? (abra los brazos nuevamente y pida para que
ellos la imiten). Lo que más le gustaba hacer a él era plantar semillas en ese campo
(muestre el dibujo de las semillas) el limpiaba y preparaba la tierra para colocar las
semillitas (educadora, mueva suavemente las manos en el piso, como si estuviese
limpiando, y pida para que los niños repitan los movimientos con usted). Después de
limpiar la tierra, el plantaba semillitas, echaba agua, chua, chua, (muestre el dibujo del
regador y haga de cuenta que esta regando la tierra) y ahí venia el sol y secaba las
semillitas. Aquel hombre solo plantaba semillas buenas y cuidaba derechito para que
debajo de la tierra (educadora, agáchese y pida para que la clase la imite) comenzaran
a crecer, y crecer ( vaya levantándose suavemente). Las semillas crecían y se
transformaban en lindos trigos como estos de aquí (muestre el dibujo), que después
son transformados en harina de trigo (muestre el dibujo) como la que usa mama para
hacer deliciosas tortas.

CONCLUSIÓN

Qué bueno, no es así niños? Las semillitas de la historia de hoy eran buenas tierras, porque pudieron ser transformadas y se transformaron en alimentos. Ustedes sabían que la Palabra de Dios también es una semillita? Si, cuando escuchamos historias de la Biblia, Dios nos coloca una semilla de amor y obediencia en nuestro corazón. Nadie puede ver esta semilla, solo Dios puede verla dentro de nosotros. Ella es la Palabra de Dios que nos hace ser bendecidos. Por eso debemos tener un corazón bondadoso, pues así dejaremos a Jesús muy feliz, amén.











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