Unidad 2 Los amigos de Daniel y el horno de fuego

¿Niños ustedes se acuerdan del rey Nabucodonosor? Este rey vivía a la altura y como si fuera poco esta vez el mando a hacer una gran estatua de oro y dio la orden que cuando las trompetas y arpas sonaran todas las personas de su reino se curvaran y adoraran a la gran estatua, quien no obedeciera seria lanzado al horno de fuego.
Los amigos de Daniel, Sadrac, Mesac y Abed-nego, tuvieron conocimiento de la orden del rey y no se arrodillaron para adorar la estatua, entonces algunos hombres corrieron y fueron a contarle al rey que los tres amigos no adoraban la estatua de oro, el rey se puso muy bravo y mando a llamarlos y les pregunto porque no se curvaban ante la estatua y les dijo que les daría una oportunidad  cuando la música sonara otra vez ellos deberían arrodillarse, ellos respondieron que no servirían a los dioses de él, ni adorarían la estatua de oro que el levanto, que no estaban preocupados por ser lanzados al horno de fuego, pues si al Dios que ellos sirven quisiera los libraría no solo del horno sino también de la mano del rey, Que fe ¿no es vedad niños?
Entonces ellos fueron lanzados al horno de fuego, ¿y ahora? ¿Sera que ellos se quemaron?, de repente el rey miro hacia adentro del horno y en vez de ver tres jóvenes, el vio cuatro, pero quien será ese cuarto hombre que se estaba paseando con ellos dentro del horno? ¿Saben quién era niños? El hijo de Dios que fue enviado para salvar a los tres jóvenes fieles del horno de fuego, ellos salieron del horno sin quemarse ni un poquito, ni el olor a humo tenían ellos, Dios es fiel!
Después de eso el rey estableció que todos a partir de ese día deberían adorar al Dios de Sadrac, Mesac y Abed-nego. Nuestro Dios es el mismo grande y poderoso, solamente vean niños, que vale la pena ser fiel a Dios, es muy importante que aprendamos la lección pues ellos permanecieron firmes y confiaron que Dios celoso cuidaría de ellos y Él los cuido.