HABÍA UNA vez un pueblo que desobedeció a Dios.
Este hizo muchas cosas feas y eso los hizo apartaste de Dios. Niños, cuando
estamos cerca de Dios, que es nuestro Padre, tenemos la protección de Él, pero
cuando nos alejamos de el quedamos desprotegidos. Esto ocurrió con el pueblo de
Israel, que comenzó a sufrir en las manos de los madianitas. Los pueblos
enemigos subían contra ellos en una multitud tan grande que parecían grillos. ,
y destruían todo lo que plantaban, dejándolos sin alimentos. El pueblo de Dios
vivía escondido en cavernas, porque el miedo los atormentaba Niños, los israelitas ni llevaban más trigo que
cosechaban para los lugares altos, como se era de costumbre, adonde el viento
los ayudaba a limpiar y sacar toda impureza y pajas, dejando el cereal limpio.
Cuando ellos hacían esto, los enemigos venían y destruían todo. ¡Qué triste!
Vieron lo que la desobediencia trajo a ellos. Pero Dios, como es misericordioso,
viendo el sufrimiento de Su pueblo, envió un Ángel para conversar con Gedeón y
le dijo que estaba con él y que, a través de él, libraría el pueblo del
sufrimiento.
Saben niños, Dios ha oído, en los días de hoy,
el clamor del pueblo también, y ha usado a nuestros pastores y obispos, a través
de las predicaciones, para sacarlos del sufrimiento. Nosotros también, hemos
llevado el mensaje del Señor Jesús para ustedes con el objetivo de librarlos del
peligro de la desobediencia.
CONCLUSIÓN
Dios siempre escoge a alguien que este unido
con Él para librar a las personas del sufrimiento. En el caso del pueblo de
Israel, fue dado a Gedeón la misión del rescate. Dios lo llamó y él obedeció al
llamado. ¿Quieres saber más sobre la historia? ¡Entonces no faltes a la próxima
clase, pues estaremos contando, con detalles, como fue el llamado del hombre
valiente y muy corajoso!
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