La sanación de la suegra de Pedro

Era una vez una niña bondadosa y obediente que se llamaba Juanita. Aconteció que a Juanita le dio mucha fiebre, dolor de cabeza y no podía ir al colegio. Doña Rut, la mamá de Juanita, hacía de todo para que la niña se aliviara, pero ella continuaba enferma. La semana pasó y llegó el día del cumpleaños del señor Pablo, papá de Juanita, y doña Rut resolvió hacer una cena especial para la celebración. La niña se puso muy feliz, pues quería ayudar en los preparativos, pero su mamá no lo permitió, pues ella todavía estaba muy débil y enferma. Mientras doña Rut y Amanda su hija mayor, preparaban las cosas para la celebración, Juanita observaba todo con mucha tristeza, acostada en el sofá. La mamá de la niña percibió que ella estaba muy triste porque no estaba ayudando en los preparativos, entonces resolvió contarle una historia de la Biblia: - Juanita, la Palabra de Dios dice que, cierta vez, Jesús fue a la casa de Pedro y cuando llegó vio a la suegra de él acostada en la cama, pues estaba con mucha fiebre. Jesús la tomo de las manos y al mismo instante la fiebre desapareció y ella quedó curada. Después de esto ella se levantó y comenzó a servir a Jesús. Ves hijita, Jesús curó aquella mujer y solamente cuando ella quedó saludable pudo cuidar de la casa y servir a Jesús.
Niños, Juanita se puso muy feliz al escuchar la historia y confió que Jesús podría curarla también. Y fue cuando Amanda se acordó que en aquel momento que el pastor iba hacer una oración en el programa de radio. Doña Rut inmediatamente prendió la radio, cogió un vaso de agua, la consagró junto con el pastor y después le dio para que Juanita la bebiera. Juanita bebió el agua con mucha fe y después fue dormir. Al final de la tarde, Juanita se despertó diferente, ya no se sentía mal y la fiebre y los dolores habían desaparecido. Qué chévere niños, la niña estaba curada, y pudo ayudar a la mamá. Y cuando el señor Pablo llegó, tuvo dos grandes sorpresas: la primera, que todo estaba listo para conmemorar su cumpleaños y la otra era que Juanita estaba curada y él pudo aprovechar alegremente su cena de cumpleaños con su familia.
Conclusión:
 Jesús desea que nosotros seamos saludables, y que tengamos salud, la mamá de Juanita usó la fe y la niña fue curada y pudo hacer lo que tanto quería, que era ayudar en los preparativos de la fiesta de su papá. Amiguitos cuando usamos la fe, recibimos el milagro que deseamos. Quién aquí siempre irá a confiar en el Señor Jesús, diga ¡amén!

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