14º Día del Ayuno de Daniel





El Reino de los Cielos es para quien sacrifica



Estos últimos días, no han sido muy diferentes a los de Juan bautista. En aquellos tiempos, él no solamente predicaba arrepentimiento, sino que también conducía a los judíos sinceros a confesar y abandonar sus pecados. Mateo 3:1-10




Ahora, en este momento, ¿no será esa la voluntad de Dios para su vida?

¿De qué sirve que usted busque ayuda de Dios en la iglesia y allá afuera continúe con una vida de adulterio, prostitución, robo, mentira, etc., etc.?



¿A quién piensa usted que engaña?

¿Qué piensa usted que va a ganar?

¿Hasta cuándo va a sustentar ese espíritu de pecado en usted?



El pecado es un espíritu. Quien le dice que si a él, le dice si a su espíritu.



¿Cómo salir de esta prisión?

Sacrificando su carne hasta el punto de hacerla morir de hambre.

¡Claro!

Si usted sacrifica la carne, ¿dónde va habitar el espíritu del pecado?



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