En la Fe de Abraham

Era una vez un hombre llamado Abram. Él estaba casado con Sarai y vivian en un lugar llamado Ur. Sarai era estéril, y por eso no podía tener hijos. Saben niños, Abram soñaba con ser padre. Un día Dios le dijo a Abram: “Sal de tu tierra, de en medio de tus parientes y de la casa de tu padre y ve para la tierra que Yo te mostrare. Tus descendientes van a formar una gran nación. Yo te bendeciré, y tu nombre será famoso...” (Génesis 12:1,2). 
Saben niños, Abram tenía mucho tiempo viviendo en aquel lugar y tenía bueyes, vacas, ovejas, etc. Abram vivía una vida muy buena y tenía que dejar todo, para obedecer la orden de Dios. En aquel momento, Abram mostro que era siervo de Dios y rápidamente se preparó para viajar, aun sin saber a dónde ir. Un día, durante el viaje, Dios prometió a Abram que Sarai quedaría embarazada. Abram no quiso saber cuándo eso sucedería. 
Niños, Dios vio la obediencia de él y cambio el nombre de él para Abraham., que significa “Padre de mucha gente”. Y Sarai se pasó a llamar Sara, pues ella tendría un hijo, ósea, Dios iba a bendecirla y de ella nacerían naciones y reyes. Pasaron años, Abraham estaba bien viejito y Sara no se embarazaba. Más un bello día, el Señor y dos ángeles aparecieron para Abraham y le dijeron que Sara tendría un hijo, un año después, ella tuvo un niño que fue llamado Isaac, y era la gran alegría de ellos. Pero una vez más Dios decidió probar la fe y la obediencia de Abraham. 
Dios pidió a Abraham que ofreciera a Isaac como sacrificio. Pero una vez más Dios hizo un pedido muy difícil para Abraham. Abraham era un gran siervo de Dios, y aunque espero este hijo por años no tuvo duda que debería obedecer a Dios. Abraham decidió obedecer sin reclamar, organizo todo y fue para el monte que Dios había mandado. Saben niños, Abraham creyó que nada malo le pasaría al niño. 
Cuando estaba preparado para sacrificar a su hijo, Dios le dijo: “No lastimes al niño, y no le haga ningún mal, ahora sé que usted teme a Dios...” (Génesis 22:12) Abraham miro para atrás y vio un cordero. Él lo tomo y lo ofreció como sacrificio para Dios, en lugar de Isaac. Pero una vez más Abraham provo que era obediente, y Dios fue fiel con él, pues Isaac se convirtió en un hombre que fue abuelo de los hijos de Jacob, ósea de aquellos que dieron origen a las tribus de Israel. 
Dios vio que Abraham lo amaba de verdad, aun por encima del amor que tenía por Isaac. Niños, Abraham era un siervo obediente a Dios, pero allá en el monte se convirtió en amigo de Dios. Él fue a sacrificar a su hijo Isaac y descendió del monte como padre de una gran nación, inclusive nuestro, pues Abraham, según la biblia, es considerado nuestro padre de la fe. Además otro hecho sucedió también en aquel momento: Abraham subió siervo de Dios y descendió como su amigo, pues mostro que respetaba y amaba a Dios por encima de todo. Muy fuerte, ¿no es así niños? Vieron la importancia de obedecer la palabra de Dios, pues solo así nos convertimos amigos de Él.

1 comentario:

  1. Maricel Troche5/7/15, 15:17

    Esta determinado!, en la ebi de Itaugua estamos en la fe de Abraham!.

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