En los días de hoy se multiplicó el conocimiento, el número de escuelas aumentó, sin embargo infelizmente no estamos enseñando a nuestro hijos a pensar. Y para colmo de males, tenemos los medios de comunicación, principalmente la televisión, que seduce a nuestros jóvenes y niños con estímulos avanzados, que los transportan, sin que ellos hagan un mínimo esfuerzo.
Esos bombardeos de estímulos son nocivos, pues poco a poco, los niños y los adolescentes van perdiendo el placer de otros pequeños estímulos en la rutina del día a día. Y así vamos produciendo una generación insatisfecha.
Vivir sin problemas es imposible. Los sufrimientos nos construyen o nos destruye; pero si vivimos bajo la dirección del Espíritu Santo, el sufrimiento va a construir en nosotros la sabiduría para lidiarnos con los problemas y aprenderemos a salir de ellos sin secuelas.
Precisamos educar a nuestros hijos de acuerdo con la Palabra de Dios, y no de acuerdo con la palabra de este mundo. Los niños y los jóvenes estan adquiriendo mucho conocimiento de las cosas del mundo, pero están conociendo muy poco sobre Dios. Raramente ellos saben pedir perdón, reconocer sus límites y colocarse en el lugar de los demás. Y el resultado de eso es
jóvenes usando drogas, buscando placeres momentaneos, jóvenes estresados y rebeldes; niños inquietos y agresivos.
jóvenes usando drogas, buscando placeres momentaneos, jóvenes estresados y rebeldes; niños inquietos y agresivos.
Precisamos enseñar a nuestros hijos a contemplar lo que es bello y aprender a lidiar con los fracasos, las fallas y las decepciones. Necesitamos enseñarlos a pensar antes de actuar, a exponer y no imponer, principalmente enseñarlos a cuidar de su vida espiritual. Precisamos enseñar a nuestros hijos a escoger la buena parte, a buscar primero el Reino de Dios y Su justicia, pues si ellos aprendan eso, seguramente las demás cosas serán añadidas.
Piense en eso!
Dios les bendiga.
Solange Guimarães
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